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    Tomás Segovia (1927-2011)

    Pedro Casas Serra
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    Tomás Segovia (1927-2011) Empty Tomás Segovia (1927-2011)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 24 Mayo 2023, 06:29

    .


    Tomás Segovia (Valencia, España, 21 de mayo de 1927 - Ciudad de México, 7 de noviembre de 2011)​ fue un escritor, poeta y ensayista español, naturalizado mexicano.

    Estudios

    Inició su formación en el Liceo Francés de Madrid, para marchar después a Francia y luego a Casablanca (Marruecos). Tras la Guerra Civil se exilió en México junto a su familia. Allí estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se formó como profesor de francés. Obtuvo la beca Guggenheim en 1950. Entre 1948 y 1954 trabajó de profesor en el Institut français d'Amérique latine (Ifal) y eventualmente también en la Alianza Francesa.

    Premios y distinciones

    En 1950 obtuvo la beca Guggenheim.​ Galardonado en varias ocasiones, fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia en 1972, por Terceto,​ obtuvo el Premio Magda Donato en 1974, y el Premio Alfonso X de Traducción en 1982, 1983 y 1984. Fue ganador del Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en 2000,​ del XV Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 2005,​ y del Premio Extremadura a la Creación en 2007. El 10 de octubre de 2008 fue galardonado con el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca ciudad de Granada, entonces el de mayor dotación económica (50.000 euros) del ámbito hispanoamericano concedido a toda una trayectoria.​ Su poemario Estuario obtuvo en abril de 2012 el Premio de la Crítica 2011.

       "¿Qué es lo que yo consagro? Yo no pertenezco ni a un país ni a otro, ni a ningún grupo, generación, corriente literaria ni nada parecido. Esto no lo he buscado, simplemente creo que así fue mi destino, pues desde que he andado de un sitio a otro, cambiando de países, incluso de regiones dentro de los países"
       Tomás Segovia.​

    Adaptaciones al cine

       "La primera segunda matriz" (México, 1972). El cineasta mexicano Alfredo Gurrola realizó este cortometraje basado en el poema de Tomás Segovia del mismo nombre (con la voz de Juan José Gurrola). La película usa imágenes del Festival de Avándaro y música avant-garde de los compositores Ligeti, Stockhausen y Luigi Nono entre otros.
       "Platillo Puro" (España, 2015) es un cortometraje que adapta fragmentos de sus poemas "La semana sin ti" y "Anti-Yo", leídos por el propio autor (grabación de la Universidad Autónoma de México).

    Traducciones

    De sus trabajos como traductor se destaca su versión de Hamlet, de la que ha cobrado fama su traducción del emblemático «To be or not to be, that is the question», como «... de eso se trata»,​ verso que posteriormente el escritor Juan Villoro usará como título para su recopilación de ensayos.​

    En 2004, la editorial española Galaxia Gutenberg publicó la traducción que Segovia hizo de la poesía y prosa del escritor francés Gérard de Nerval.

    Fuera del ámbito de sus trabajos estrictamente literarios, es ampliamente reconocida su traducción de los "Escritos" de Jacques Lacan, producto de una extensa colaboración con el notable psicoanalista francés que le permitió tomar difíciles decisiones para su tarea. El poeta mexicano Octavio Paz, mentor de Segovia, reprobaba el interés y esfuerzo puesto en estas traducciones, según pudo conocerse a partir del epistolario entre ambos poetas. ​

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de Tomás Segovia:


    De Luz de aquí (1951-1955):


    LOS JARDINES DE ALLÁ

    Los jardines allá contra el ocaso
    desnudan ya sus pies entre las sombras.
    Bajo el sol de la tarde
    yo distiendo mis miembros
    como un dulce animal oscurecido.

    Entre las altas hojas,
    la luz de las promesas;
    yo la miro volar;
    tranquilo como un rey.

    Un día seré pobre inexpresablemente,
    haré mi corazón
    de un puñado de tierra desdeñada,
    tendré la frente pura
    y la mirada inacabable:

    volveré, volveré;
    felicidad, vendré por ti.

    (5.8.54)



    EN BRAZOS DE LA NOCHE

    Está ya oscurecida la hermosura;
    los árboles desnudos
    se mecen en la sombra
    y un gran silencio vela suspendido.

    En brazos de la noche
    se guarda y perpetúa la promesa del día
    que cumple en sólo prometerse
    un don que nos inclina
    y nos basta.

    De noche la hermosura a solas habla;
    a solas en el aire solo
    late oculto el ardor de su promesa
    sin cesar renovada.
    Y a través de la noche
    nos guía y acompaña
    heridos de esperanza al nuevo día,

    nuevamente a cumplir bajo el sol nuevo
    su plenitud igual y suficiente
    de prometida nuestra sin fin, siempre la misma.

    (22.1.55)




    De El sol y su eco ((1955-1959):


    PURIFICADO

    En la noche por fin,
    sombrío oasis de los tórridos
    arenales del día, largamente
    me he sumergido
    y he disuelto la sal de la tristeza,
    y me he purificado
    el corazón mordido de impaciencias.

    Con los miembros ligeros
    lavados por la sombra
    salgo al paso del tiempo libremente.
    Ahora ya no tengo retención,
    ni designios, ni errante
    gimo desposeído.

    Y toda esta hermosura desbordante,
    ahora abandonada,
    si con asentimiento le sonrío,
    como mía me expresa.

    (24.3.58)



    LLUVIA ESTIVAL

    En la apartada noche ya sin nadie,
    tibia, agitada, leve cae la lluvia,
    sola para sí sola.

    Íntima bailarina por la noche,
    misteriosa, alocada,
    gime allá, vuela, ahoga aquí una risa,
    caprichosa musita, se interrumpe,
    juguetona, inquietante,
    viene y va, calla, desde lejos torna
    con sonreídas lágrimas,
    va a decir algo que en suspiro muere.

    Y huyendo con susurros
    y voces de sirena,
    deja en el aire un mórbido perfume
    de amor difunto en punzante recuerdo,

    y en el alma el errático, incurable,
    secreto amor de todas las derivas...

    (19.5.58)



    EL QUEMADO

    De la mañana a la tarde
    me consumes, sol; me secas
    con tu gran ojo sin alma;

    pero así la noche al fin
    halla en mí el duro carbón
    que no podrá disolver,

    y al corazón seco vuelve,
    sombría y fresca, la savia
    que blanca le sorbió el día.

    (26-2-58)



    De Historias y poemas (1958-1967):


    LA MÚSICA

    A Alicia Urreta


    No se ve por ningún lado la fuente de silencio
    el estanque de sombra la secreta semilla de tiempo
    de donde ella ha debido levantarse
    sigilosa descalza alada
    mujer blanca y desnuda con un antifaz negro
    en su danza de suspiros jugando con el fuego
    música silencio viviente tesoro de irónicas monedas puras
    chorro de enigmas deslumbrantes surtidor de inquietud
    música boca sellada diosa que nada dice
    por qué me clavas en el alma este imposible
    de qué me estás hablando
    qué atávica locura quieres hacerme confesar
    qué serpiente dormida quisieras despertarme
    adónde me arrastras por este túnel en que has convertido el tiempo
    no te rías no huyas deja de socavar la tierra bajo mis pies
    adónde quieres precipitarme
    música abismo luminoso insidioso amor
    música vibración de la ausencia lluvia de heridas
    lluvia de claros venenos
    lluvia de mudas preguntas sin respuesta
    por qué me encadenas así al latido del tiempo
    ah insensata avasalladora soy tu esclavo sonámbulo
    espérame déjame tocarte enloquezco de libertad
    dónde tenía yo estas oscuras entrañas que me acaricias
    dónde estaba mi pureza límpida como el rayo
    y que recibo ahora de tus manos de agua
    música radiante de confusión
    mina de luz lenguaje que gravita y gira
    lenguaje astral silencio al fin solar
    lenguaje movedizo bandada de señas y de risas
    sigue durando no te acabes vive
    sigue sigue fundando este imperio de éter
    no te mueras fuera de ti apenas toque el mundo
    va a disiparse este bloque de bondad que ha hecho de mí tu amor
    espera llama helada no te vayas
    acaba de decir la última sílaba termina esa palabra
    materialízate detente formula ya el enigma
    qué dices qué decías
    ah no me arrebates ya tan fugitivo este blanquísimo dolor...

    (17.7.61)




    LLAMADA

    Te llamo sí te llamo
    te grito ven acude
    déjame verte adivinarte
    distenderme un instante bajo el sol de tus ojos
    como si en el radiante mediodía me tumbara en la hierba
    déjame ver una vez más tu irónica ternura
    tus infantiles gestos asustados
    tu mirada solitaria que acaricia el rostro de las cosas
    tu mirada de niña de ojos lentos
    tus labios que entre los míos se funden
    como un delicado manjar suntuoso y discreto
    tus labios comestibles fáciles tus labios de trufa celeste
    tus labios húmedos penetrables como un sexo más luminoso
    cómo puedo sufrir que te alejes que te lleves este enigma
    que huyas como un ladrón armada de razones
    y ocultando en tu seno mis preguntas robadas
    que te escondas en los huecos en los turbios rincones del tiempo
    que te envuelvas en la distancia como en un disfraz inmenso
    te llevas algo mío que nunca ha sido mío
    me dejas amputado desarmado hemipléjico
    vuelve no puedo renunciar a ser aquel otro
    deja que todo nazca dame eso que trajiste mío
    desanuda tus entrañas como si fueras a parir nuestro amor
    y vuelve tráemelo muéstramelo
    déjame entrar en ti como entrar en la noche
    compartir tu tesoro taciturno
    la suntuosa penumbra de tu alma tibia y quieta
    ven no juegues más al juego idiota de la tortura
    no me niegues cómplice altiva no blasfemes de mí
    adónde vas vestida de miradas mías
    adónde irás que no seas la nombrada por mí
    regresa no te lleves mi semilla
    mis dones los hundí en tu carne
    no te podrás librar de esta corona vuelve.



    BESOS

    Mis besos lloverán sobre tu boca oceánica
    primero uno a uno como una hilera de gruesas gotas
    anchas gotas dulces cuando empieza la lluvia
    que revientan como claveles de sombra
    luego de pronto todos juntos
    hundiéndose en tu gruta marina
    chorro de besos sordos entrando hasta tu fondo
    perdiéndose como un chorro en el mar
    en tu boca oceánica de oleaje caliente
    besos chafados blandos anchos como el peso de la plastilina
    besos oscuros como túneles de donde no se sale vivo
    deslumbrantes como el estallido de la fe
    sentidos como algo que te arrancan
    comunicantes como los vasos comunicantes
    besos penetrantes como la noche glacial en que todos nos abandonaron
    besaré tus mejillas
    tus pómulos de estatua de arcilla adánica
    tu piel que cede bajo mis dedos
    para que yo modele un rostro de carne compacta idéntico al tuyo
    y besaré tus ojos más grandes que tú toda
    y que tú y yo juntos y la vida y la muerte
    del color de la tersura
    de mirada asombrosa como encontrarse en la calle con uno mismo
    como encontrarse delante de un abismo
    que nos obliga a decir quién somos
    tus ojos en cuyo fondo vives tú
    como en el fondo del bosque más claro del mundo
    tus ojos llenos del aire de las montañas
    y que despiden un resplandor al mismo tiempo áspero y dulce
    tus ojos que tú no conoces
    que miran con un gran golpe aturdidor
    y me inmutan y me obligan a callar y a ponerme serio
    como si viera de pronto en una sola imagen
    toda la trágica indescifrable historia de la especie
    tus ojos de esfinge virginal
    de silencio que resplandece como el hielo
    tus ojos de caída durante mil años en el pozo del olvido
    besaré también tu cuello liso y vertiginoso como un tobogán inmóvil
    tu garganta donde la vida se anuda como un fruto que se puede morder
    tu garganta donde puede morderse la amargura
    y donde el sol en estado líquido circula por tu voz y tus venas
    como un coñac ingrávido y cargado de electricidad
    besaré tus hombros construidos y frágiles como la ciudad de Florencia
    y tus brazos firmes como un río caudal
    frescos como la maternidad
    rotundos como el momento de inspiración
    tus brazos redondos como la palabra de Roma
    amorosos a veces como el amor de las vacas por los terneros
    y tus manos lisas y buenas como cucharas de palo
    tus manos incitadoras como la fiebre
    o blandas como el regazo de la madre del asesino
    tus manos que apaciguan como saber que la bondad existe
    besaré tus pechos globos de ternura
    besaré sobre todo tus pechos más tibios que la convalecencia
    y que pesan en el hueco de mi mano como la evidencia en la mente del sabio
    tus pechos pesados fluidos tus pechos de mercurio solar
    tus pechos anchos como un paisaje escogido definitivamente
    inolvidables como el pedazo de tierra donde habrán de enterrarnos
    calientes como las ganas de vivir
    con pezones de milagro y dulces alfileres
    que son la punta donde de pronto acaba chatamente
    la fuerza de la vida y sus renovaciones
    tus pezones de botón para abrochar el paraíso
    de retoño del mundo que echa flores de puro júbilo
    tus pezones submarinos de sabor a frescura
    besaré mil veces tus pechos que pesan como imanes
    y cuando los aprieto se desparraman como el son en los trigales
    tus pechos de luz materializada y de sangre dulcificada
    generosos como la alegría de aceptar la tristeza
    tus pechos en donde todo se resuelve
    donde acaba la guerra la duda la tortura
    y las ganas de morirse
    besaré tu vientre firme como el planeta Tierra
    tu vientre de llanura emergida del caos
    de playa rumorosa
    de almohada para la cabeza del rey después de entrar a saco
    tu vientre misterioso cuna de la noche desesperada
    remolino de la rendición y del deslumbrante suicidio
    donde la frente se rinde como una espada fulminada
    tu vientre montón de arena de oro palpitante
    montón de trigo negro cosechado en la luna
    montón de tenebroso humos incitante
    tu vientre regado por los ríos subterráneos
    donde aún palpitan las convulsiones del parto de la tierra
    tu vientre contráctil que se endurece como un brusco recuerdo que se coagula
    y ondula como las colinas
    y palpita como las capas más profundas del mar océano
    tu vientre lleno de entrañas de temperatura insoportable
    tu vientre que ruge como un horno
    o que está tranquilo y pacificado como el pan
    tu vientre como la superficie de las olas
    lleno hasta los bordes de mar de fondo y de resacas
    lleno de irresistible vértigo delicioso
    como una caída en un ascensor desbocado
    interminable como el vicio y como él insensible
    tu vientre incalculablemente hermoso
    valle en medio de ti en medio del universo
    en medio de mi pensamiento
    en medio de mi beso auroral
    tu vientre plaza de todos
    partido de luz y sombra y donde la muerte trepida
    suave al tacto como la espalda del toro negro de la muerte
    tu vientre de muerte hecha fuente para beber la vida fuerte y clara
    besaré tus muslos de catedral
    de pinos paternales
    practicables como los postigos que se abren sobre lo desconocido
    tus muslos para ser acariciados como un recuerdo pensativo
    tensos como un arco que nunca se disparará
    tus muslos cuya línea representa la curva del curso de los tiempos
    besaré tus ingles donde anida la fragilidad de la existencia
    tus ingles regadas como los huertos mozárabes
    translúcidas y blancas como la vía láctea
    besaré tu sexo terrible
    oscuro como un signo que no puede nombrarse sin tartamudear
    como una cruz que marca el centro de los centros
    tu sexo de sal negra
    de flor nacida antes que el tiempo
    delicado y perverso como el interior de las caracolas
    más profundo que el color rojo
    tu sexo de dulce infierno vegetal
    emocionante como perder el sentido
    abierto como la semilla del mundo
    tu sexo de perdón para el culpable sollozante
    de disolución de la amargura y de mar hospitalario
    y de luz enterrada y de conocimiento
    de amor de lucha a muerte de girar de los astros
    de sobrecogimiento de hondura de viaje entre sueños
    de magia negra de anonadamiento de miel embrujada
    de pendiente suave como el encadenamiento de las ideas
    de crisol para fundir la vida y la muerte
    de galaxia en expansión
    tu sexo triángulo sagrado besaré
    besaré besaré
    hasta hacer que toda tú te enciendas
    como un farol de papel que flota locamente en la noche.



    DIME MUJER

    Dime mujer dónde escondes tu misterio
    mujer agua pesada volumen transparente
    más secreta cuanto más te desnudas
    cuál es la fuerza de tu esplendor inerme
    tu deslumbrante armadura de belleza
    dime no puedo ya con tantas armas
    mujer sentada acostada abandonada
    enséñame el reposo el sueño y el olvido
    enséñame la lentitud del tiempo
    mujer tú que convives con tu ominosa carne
    como junto a un animal bueno y tranquilo
    mujer desnuda frente al hombre armado
    quita de mi cabeza este casco de ira
    cálmame cúrame tiéndeme sobre la fresca tierra
    quítame este ropaje de fiebre que me asfixia
    húndeme debilítame envenena mi perezosa sangre
    mujer roca de la tribu desbandada
    descíñeme estas mallas y cinturones de rigidez y miedo
    con que me aterro y te aterro y nos separo
    mujer oscura y húmeda pantano edénico
    quiero tu ancha olorosa robusta sabiduría
    quiero volver a la tierra y sus zumos nutricios
    que corren por tu vientre y tus pechos y que riegan tu carne
    quiero recuperar el peso y la rotundidad
    quiero que me humedezcas me ablandes me afemines
    para entender la feminidad la blandura húmeda del mundo
    quiero apoyada la frente en tu regazo materno
    traicionar al acerado ejército de los hombres
    mujer cómplice única terrible hermana
    dame la mano volvamos a inventar el mundo los dos solos
    quiero no apartar nunca de ti los ojos
    mujer estatua hecha de frutas paloma crecida
    déjame siempre ver tu misteriosa presencia
    tu mirada de ala y de seda y de lago negro
    tu cuerpo tenebroso y radiante plasmado de una vez sin titubeos
    tu cuerpo infinitamente más tuyo que para mí el mío
    y que entregas de una vez sin titubeos sin guardar nada
    tu cuerpo pleno y uno todo iluminado de generosidad
    mujer mendiga pródiga puerto del loco Ulises
    no me dejes olvidar nunca tu voz de ave memoriosa
    tu palabra imantada que en tu interior pronuncias siempre desnuda
    tu palabra certera de fulgurante ignorancia
    la salvaje pureza de tu amor insensato
    desvariado sin freno brutalizado enviciado
    el gemido limpísimo de la ternura
    la pensativa mirada de la prostitución
    la clara verdad cruda
    del amor que sorbe y devora y se alimenta
    el invisible zarpazo de la adivinación
    la aceptación la comprensión la sabiduría sin caminos
    la esponjosa maternidad terreno de raíces
    mujer casa del doloroso vagabundo
    dame a morder la fruta de la vida
    la firme fruta de luz de tu cuerpo habitado
    déjame recostar mi frente aciaga
    en tu grave regazo de paraíso boscoso
    desnúdame apacíguame cúrame de esta culpa ácida
    de no ser siempre armado sino sólo yo mismo.




    De Anagnórisis (poema) (1964-1967):


    El día,
    está tan bello
    que no puede mentir:
    comemos de su luz nuestro pan de verdad.

    Su cuerpo se desciñe
    y se tiende y se ofrece.
    Esta dicha no engaña: nada quiere.

    Di: ¿no es más fuerte
    que nuestro amor altivo de la muerte
    esta sencilla gracia equilibrada
    que nada
    ejerce?

    Pero cuánto pavor,
    violenta alma mediata,
    te infunde todavía esa burlona voz
    que a solas te susurra «estás salvada».

    No, no,
    tu destino ni ha muerto ni es tu esclavo.
    Soberbia y Miedo, confesad:
    la vida toda fue verdad.

    (Montevideo, 7.5.64)




    De Terceto (1967-1971):


    MIEL. ACEITE

    Una mancha de miel tiñe la luz
    Al tocar la ciudad
    Que aun dormida elabora

    Desde aquí arriba
    Se la ve desbordar
    Sus ondas caldeadas
    Hacia la falda donde el monte
    Inicia su inocencia ociosa

    Tumbadas y abrazadas en el tiempo
    La ciudad y la luz
    Sin cesar se digieren una a otra

    Por fin entiendo que un verano
    Tanto tiempo esperado ha vuelto así

    El cielo y la babel mezclan sus aires

    Bellamente viciada
    La rubia luz espesa
    Unta las coyunturas
    A su nivel es donde el mundo es uno

    Hundidos en su dulce aceite
    Nos deslizamos fuera de su ligadura
    Al nivel de una miel
    Donde amor y cimiento
    Giran uno en el otro sin fractura.

    (28.7.67)




    EN LAS FUENTES

    Quién desteje el amor
    Ése es quien me desteje
    No es nadie
    El amor se deshace solo
    Como la trenza del río
    ......destrenzada en el mar
    No estoy de amor tejido
    Estoy tejido de tejerlo
    De sacar de mis íngrimos telares
    Este despótico trabajo
    Eternamente abandonando
    ......el fleco que se aleja
    A la disipación y su bostezo idiota
    Y sólo escapo de su horror
    Recogiéndome todo sin recelo
    En el lugar donde nace la trama.

    (21.5.68)




    SOUVENIR

    A solas en mi cuarto
    Busco en la oscuridad
    Un eco de tu nombre
    Estoy de pie desnudo
    Camino y siento esto
    Adentrarme desnudo en una sombra
    Acogedora y ávida y a eso
    Yo lo he llamado siempre con tu nombre.

    (16.6.68)



    DICHO A CIEGAS

    Di si eran éstas las palabras
    Míralas bien
    Córtalas con cuidado
    Y vamos a guardarlas
    Sepultadas debajo de la casa
    Tesoro rescatado
    Devuelto al culto
    Palabras guarecidas
    Mantenidas en vida
    Que de secreto se alimentan
    Reverenciadas en su catacumba
    Ocultas mientras dure afuera
    ......la locura lasciva del lenguaje
    Que durará tanto como el lenguaje
    Para sólo sacarlas
    Cuando pisemos el silencio soberano
    En la omnisciente noche de la afasia
    Y antes de que la clave se nos borre
    Mirarlas un instante en su esplendor
    Carne verbal viviente en el silencio
    Inmaculadas concepciones
    Rompedoras del círculo vicioso
    Otra vez mediadoras
    Para que se hagan mutuos mediadores
    Dos que dicen tú y yo
    Antes de que la noche del amor los borre
    Mas todo está fundado si al borrarse se hablan.

    (6-68)



    SOPLOS EN LA NOCHE

    Aquí contra mi piel el soplo
    ......de tu respiración dormida
    Y al otro lado afuera
    El susurro del viento errante por la noche
    Que trae de los trasfondos la efusión solitaria
    Del tumulto callado de las cosas
    Y entre uno y otro soplo
    Con las alas abiertas cayendo por el tiempo
    La extensión del abrazo
    ......de un dichoso yo mismo de musical ausencia
    Que bebe un hondo río de amor y de misterio
    Cuyas dos manos son
    Dos alientos disímiles.

    (Princeton, 10.11.69)



    PALABRAS DE ALLÁ

    ......Salí y me entretuve afuera durando días y días; noches sin noche ni día envuelto en un manto arable hecho de todas las estaciones contra la inclemencia de la intimidad.
    ......El muro en que me apoyé, teñido de los matices de todos los musgos del tiempo, era sin color y era el espesor y el peso del tiempo.
    ......Un intenso enjambre de oro estallaba dispersándose en el aire claro y volvía a ser el centelleo palpitante de oro de sus ondas irradiadas.
    ......Lo que tocaban los ojos, disuelto por la mirada se tornaba invisible; y la mirada corría con el alborozo del ímpetu liberado; pero danzaba, no huía, regresaba a danzar, abrazaba en la dicha lo visible que en su transparencia no se ocultaba, se daba a ver pero abierto y desnudo a los ojos solos del abrazo.
    ......Recogí del polvo unas palabras secas (no eran éstas, ni eran otras que éstas) y les dije que sí.

    (16.8.68)


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    Tomás Segovia (1927-2011) Empty Re: Tomás Segovia (1927-2011)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 24 Mayo 2023, 13:26

    .


    De Figuras y melodías (1973-1976):


    SI TE BUSCO Y TE SUEÑO Y TE PERSIGO...

    Si te busco y te sueño y te persigo,
    y deseo tu cuerpo de tal suerte
    que tan sólo aborrezco ya la muerte
    porque no me podré acostar contigo;

    si tantos sueños lúbricos abrigo;
    si ardiente, y sin pudor, y en celo, y fuerte
    te quiero ver, dejándome morderte
    el pecho, el muslo, el sensitivo ombligo;

    si quiero que conmigo, enloquecida
    goces tanto que estés avergonzada,
    no es sólo por codicia de tus prendas:

    es para que conmigo, en esta vida,
    compartas la impureza, y que manchada,
    pero conmovedora, al fin me entiendas.



    QUÉ SABES TÚ, QUÉ SABES TÚ APARTADA...

    ¿Qué sabes tú, qué sabes tú apartada
    injustamente en tu cruel pureza;
    tú sin vicio, sin culpa, sin bajeza,
    y sólo yo lascivo y sin coartada?

    Rompe ya esa inocencia enmascarada,
    no dejes que en mí solo el mal escueza;
    que responda a la vez de mi flaqueza
    y de que tú seas hembra y encarnada;

    que tengas tetas para ser mordidas,
    lengua que dar y nalgas para asidas
    y un sexo que violar entre las piernas.

    No hay más minas del Bien que las cavernas
    del Mal profundas; y comprende, amada,
    que o te acuestas conmigo o no eres nada.



    TUS OJOS QUE NO VI NUNCA EN LA VIDA...

    Tus ojos que no vi nunca en la vida
    turbarse de deseo, ni saciados
    dormirse tras la entrega, ni extraviados
    mientras gimes loca y sacudida;

    tu oreja, dulce concha adormecida
    que no alojó a mi lengua de obstinados
    embates de molusco; tus negados
    cerrados labios de piedad prohibida.

    que hurtan tu lengua, rica pesca extrema,
    ni fueron nunca abiertos la diadema
    de coral húmeda y abrasadora

    que por tu rey mi miembro coronase:
    yo mismo en todo esto, hora tras hora,
    mi muerte fundo y a mi mal doy base.



    TUS PECHOS SE DORMÍAN EN SOSIEGO...

    Tus pechos se dormían en sosiego
    entre mis manos, recobrando nido,
    fatalmente obedientes al que ha sido
    el amor que una vez los marcó al fuego;

    tu lengua agraz bebía al fin el riego
    de mi saliva, aún ayer prohibido,
    y mi cuerpo arrancaba del olvido
    el tempo de tu ronco espasmo ciego.

    Qué paz... Tu sexo agreste aún apresaba
    gloriosamente el mío. Todo estaba
    en su sitio otra vez, pues que eras mía.

    Afuera revivía un alba enferma.
    Devastada y nupcial, la cama olía
    a carne exhausta y ácida y a esperma.



    CONTRA MI TACTO EVOCADOR ME AFANO...

    Contra mi tacto evocador me afano.
    Con los más duros y ásperos pertrechos
    he trabajado hasta dejar deshechos
    por el hierro los dedos de esta mano.

    Los quiero embrutecer, pero es en vano:
    en sus fibras más íntimas, maltrechos,
    aún guardan la memoria de tus pechos,
    su tibia paz, su peso soberano.

    Ni violencias ni cóleras impiden
    que fieles y calladas a porfía
    mis manos sueñen siempre en su querencia,

    ni mil heridas lograrán que olviden
    que acariciaron largamente un día
    la piel del esplendor y su opulencia.



    TU CARNE OLÍA RICAMENTE A OTOÑO...

    Tu carne olía ricamente a otoño,
    a húmedas hojas muertas, a resinas,
    a cítricos aceites y a glicinas
    y a la etérea fragancia del madroño.

    Hábil como una boca era tu coño.
    Siempre había, después de tus felinas
    agonías de gozo, en las divinas
    frondas de tu deseo, otro retoño.

    Te aflojabas de pronto, exangüe y yerta,
    suicidada del éxtasis, baldía,
    y casta y virginal como una muerta.

    Y poco a poco, dulcemente, luego,
    absuelto por la muerte renacía
    tu amor salvaje y puro como el fuego.



    ALGO DEBE MORIR CUANDO ALGO NACE...

    Algo debe morir cuando algo nace;
    debe ser sofocado, y su sustancia
    chupada para ser riego o lactancia
    en que otro ser su urgencia satisface.

    No habrá otra hora pues en que te abrace
    mientras muerdo en la cándida abundancia
    de tus dos pechos; no habrá ya otra instancia
    en que tu cuerpo con mi cuerpo enlace;

    no penetraré más en la garganta
    anfractuosa de tu sexo alpino.
    Tú a otra luz amaneces; yo declino.

    Mi degollado ardor tu altar levanta,
    mi reprimida hambre te alimenta,
    y el yermo de mi lecho te cimenta.



    OTRA VEZ EN TU FONDO EMPEZÓ ESO...

    Otra vez en tu fondo empezó eso...
    Abre sus ojos ciegos el gemido,
    se agita en ti, exigente y sumergido,
    emprende su agonía sin regreso.

    Yo te siento luchar bajo mi peso
    contra un dios gutural y sordo, y mido
    la hondura en que tu cuerpo sacudido
    se convulsiona ajeno hasta en su hueso.

    Me derrumbo cruzando tu derrumbe,
    torrente en un torrente y agonía
    de otra agonía; y doblemente loco,

    me derramo en un golfo que sucumbe,
    y entregando a otra pérdida la mía,
    el fondo humano en las tinieblas toco.



    DESNUDA AÚN, TE HABÍAS LEVANTADO...

    Desnuda aún, te habías levantado
    del lecho, y por los muslos te escurría,
    viscoso y denso, tibio todavía,
    mi semen de tu entrada derramado.

    Encendida y dichosa, habías quedado
    de pie en la media luz, y en tu sombría
    silueta, bajo el sexo relucía
    un brillo astral de mercurio exudado.

    Miraba el tiempo absorto, en el espejo
    de aquel instante, una figura suya
    definitiva y simple como un nombre:

    mi semen en tus muslos, su reflejo
    de lava mía en luz de luna tuya
    alba geológica en mujer y hombre.



    ENTRE LOS TIBIOS MUSLOS TE PALPITA...


    Entre los tibios muslos te palpita
    un negro corazón febril y hendido
    de remoto y sonámbulo latido
    que entre oscuras raíces se suscita;

    un corazón velludo que me invita,
    más que el otro cordial y estremecido,
    a entrar como en mi casa o en mi nido
    hasta tocar el grito que te habita.

    Cuando yaces desnuda toda, cuando
    te abres de piernas ávida y temblando
    y hasta tu fondo frente a mí te hiendes,

    un corazón puedes abrir, y si entro
    con la lengua en la entrada que me tiendes,
    puedo besar tu corazón por dentro.



    UN MOMENTO ESTOY SOLO: TÚ ALLÁ ABAJO...

    Un momento estoy solo: tú allá abajo
    te ajetreas en torno de mi cosa,
    delicada y voraz, dulce y fogosa,
    embebida en tu trémulo trabajo.

    Toda fervor y beso y agasajo
    toda salivas suaves y jugosa
    calentura carnal, abres la rosa
    de los vientos de vértigo en que viajo.

    Mas la brecha entre el goce y la demencia,
    a medida que apuras la cadencia,
    intolerablemente me disloca,

    y al fin me rompe, y soy ya puro embate,
    y un yo sin mí ya tuyo a ciegas late
    gestándose la noche de tu boca.



    SÉ QUE NO SABES QUE RECUERDO TANTO...


    Sé que no sabes que recuerdo tanto
    tu piel untuosa y pálida, amasada
    con fiebre y luna, y tu boca abrasada,
    blanda y jugosa y salada de llanto,

    y tu implorante gesto de quebranto,
    sobre tu frigidez crucificada
    y agradecida y tierna aunque insaciada,
    y mi esfuerzo patético entretanto,

    y el amor con que entonces se volvía
    tu largo cuerpo de impecable diosa
    en su halo de luz y denso efluvio,

    y ofrecías sensual a mi porfía
    la masa de las nalgas prodigiosa,
    guiando mi mano hacia tu pubis rubio.




    De Partición (1976-1982):


    ME PREGUNTO

    Me pregunto y no entiendo
    tendrías que ser tú quien lo explicara
    me pregunto por qué a veces esta piedra en la dentadura
    que no deja salir a gusto mis palabras
    cuando se disponen confiadas a brotar hacia ti
    a correr más frescas que las cascadas de agua
    tan frescas como las cascadas de notas
    y a brincar joviales en torno como perros de aire
    por qué es difícil pues algunas veces
    decirte lo que tú y yo queremos que yo te diga
    lo que casi sabemos bien sabido tanto tú como yo
    como si estuviera dicho ya
    si no fuera porque es justamente
    lo que no puede saberse
    mientras no esté dicho
    lo que más importa saber
    y por eso tal vez tampoco tú podrías explicarlo
    y no sabremos tal vez nunca por qué me atollo
    me distraigo me atraso me pongo a hablar de otra cosa
    en lugar de decirte así sencillamente sin pensar en nada
    sin pensar siquiera en ti
    cómo pienso en ti
    y cuándo y dónde y con qué fin
    y por cuál falta de causa pienso en ti
    en qué idioma te beso en pensamiento
    de qué sabores es hablarte mientras no te digo nada
    y la continua escenificación con que te admiro
    como si todo el tiempo vivieras en mi trastienda
    en la muy leve pecera que es el bolsillo de mi memoria
    o como si compartiéramos juntos una gran habitación de después de la fiebre
    una clara estancia toda convaleciente de algún ataque de luz álgida
    que es donde únicamente puede entenderse de veras
    cómo es que muchas cosas que haces me embellecen
    por qué en tus más imprevistos gestos me descifro
    y que el significado de mi rostro
    depende cada instante de qué cara
    estés poniendo en otro sitio tú  
    y por eso cuando salgo a la calle
    puedo sonreír a todos con condescendencia
    como quien va por el camino encerrando en su puño
    la llave del tesoro fabuloso
    o sea un don que es a la vez una fuerza y un secreto
    y del que consiguientemente somos más que el dueño el elegido
    pero entonces repito es difícil entender
    por qué esta dura densidad del paladar
    este zumbido de entumecimiento en las palabras de en medio
    para decirte sin más
    levemente jovialmente
    cuántas veces quisiera imitarte hasta la ignominia
    y que hay ratos que siento esa cosquilla en la nuez de la garganta
    que indica que el pulmón necesita su grito
    como el adicto su dosis
    cuando estoy viéndote o pensándote o las dos cosas
    en tu gran luz ejemplar de halo de montaña
    y entiendo emocionado
    que nunca entenderé del todo la raza amada de tu sexo
    siempre entrará mi sexo en el tuyo como un meteco férvido
    converso acaso con delirio pero nunca nativo de tu misma tiniebla
    tal vez por eso para hablarte de estas cosas
    es tan difícil tener fácil la palabra
    pues yo no sabré nunca
    cuando volando hacia abajo entre mis brazos
    tocas fondo y tu médula al fin hace contacto
    con ese látigo de alta tensión que desmiembra el espacio
    en qué lenguaje te tartamudea el ser
    y no sabré tampoco o tal vez esas dos ignorancias son la misma
    a qué sabe en tu boca la redondez misma que admiro tanto en ti
    tu fiel gravitación centrada con su sol en tu plexo
    la unidad de tu fuerza que te salva para siempre jamás de la violencia
    el misterioso don de no necesitar violáceos torniquetes para no ser traidora
    y quízá por eso a veces la interminable dilación de mi lengua sonámbula
    que no puede nunca acabar de no hablarte
    sólo en otro lenguaje inaclarable podría compensarse
    tal como el lenguaje estrafalario de estas líneas
    que dice lo que dijo que no iba a decir
    un lenguaje no siempre más difícil pero sin rectitud
    que vuelve las esquinas para hablar a quien no habla
    y hablar de aquello de lo que no habla
    o también aquel otro lenguaje estrafalario
    que viste con la desnudez del cuerpo al pensamiento
    único en el que se puede sin pervertir la expresión
    decir naturalmente cuánto la ira ama y la violencia es tierna
    desconjugar gozar en el estallido gozogozas
    retraducir te amo en un sinónimo me amas
    formular la unidad sin idioma del deseo
    no mintiendo que somos un ser mismo ni un ser otro
    delatando la verdad diciendo pues nuestra verdad de delatores
    desnudando que la carne sólo en su egoísmo rabioso se entrega
    y que sólo el extraño irremediable ama.




    De Lapso (1984-1985):


    MASCULINO FEMENINO

    Mi ser gris te redime
    De tu bella cadena de contrastes
    Mi lenta fuerza gris
    Mi fluido peso extenso

    Tu vida que se atrasa
    Cosechando tus huellas
    Belleza cuesta arriba
    Y teje para luego
    Tu vida y yo cuchicheamos
    Un escalón abajo de tus ritos

    Soy la alegría de una luz de un gris
    Mira de cuánto ocio te descargo
    Yo digo aquí lo que te sobra
    Para hacer más lugar en tu memoria
    La hora desasida que te guardo
    Es tuya cuando quieras

    Con mi ser gris te envuelvo toda
    Borro el tajo brillante donde de un lado y otro
    Te opones a ti misma
    Impregno el lado de tu noche
    De la luz que nos ciega en tu otro polo.



    EL EXTRANJERO

    No le toques los pechos Extranjero
    A esta sombra con fiebre que esta noche
    Anocheció tan hembra
    Por los linderos de los residentes
    Todo el verano es de ellos

    Escúchalos dichosamente extraviados
    Sin saber cómo hacer
    Para entender bajo sus propias voces
    Este lamento de la plenitud
    Que tan claro se oye en tu silencio

    Y tienes que vagar a solas
    Por las quietas afueras de su fiesta
    Y poner sólo ecos distantes
    En tu ramo nocturno en la sombra cortado
    Y bañarte tan solo en murmullos de espumas

    No saben que su amo
    Tiene en ti un siervo más
    Que también el verano te devuelve un rato
    Tu corazón con llaga
    Nadie sabe aquí el nombre
    De tu amor extranjero
    Y tienes que alejarte al borde de la noche
    A decirlo a sus muertos
    Que duermen allá afuera y que piensan en ti
    Tras sus pesados párpados cerrados.




    De Noticia natural (1988-1992):


    MODESTO DESAHOGO

    Estoy más triste que un zapato ahogado
    estoy más triste que el polvo bajo los petates
    estoy más triste que el sudor de los enfermos
    estoy triste como un niño de visita
    como una puta desmaquillada
    como el primer autobús al alba
    como los calzoncillos de los notarios
    triste triste triste de sonreír como un bobo desde los rincones
    de ver tallar las cartas en redondo saltándome siempre a mí
    de todo lo que se dicen y se dan y se mordisquean en mis narices
    estoy harto de quedarme con el saludo en la boca
    de salir bien dibujado entre la muchedumbre
    para que me borre siempre el estropajo de su roce
    de no estar nunca en foco para ningunos ojos
    de tener tan desdentada la mirada
    de navegar tras la línea del horizonte
    con mis banderitas cómicamente izadas
    no puedo más de no ser nunca nadie
    de que no me dejen jamás probarme otra careta que la de ninguno
    de no irrumpir de no alterar el oleaje
    de no curvar jamás un tren de ondas
    de no desviar a mis corrales la palabra suelta
    de que nunca me caiga a mí la lotería de un vuelco visceral
    De no poblar ni el más vago sueño ocioso
    De saber que ningún mal pensamiento tendrá ya más mi rostro
    ni ninguna sobrecogedora luz mi nombre
    estoy hasta aquí de la avaricia de los privilegiados
    de que quieran para ellos solos toda la juventud
    todos los influjos en las cosas del mundo
    todo el favoritismo de la puta alegría
    toda la iniciativa de renuevo y capricho
    de que se apropien sin escrúpulos la plusvalía de calor y encuentros
    todo el capital de risa y de coloquio
    que repartido con justicia
    alcanzaría de sobra para alimentarnos a todos
    a todos los hambrientos de carne de comunión
    y sedientos de vino de comunión
    a todos los que están tristes
    como faldones arrugados que les cuelgan a los otros
    en fin estoy jibosamente desolado
    de haber envejecido sin seguro de vida
    sin seguro de nombre
    sin cavar mi guarida en el espeso ahorro
    de no haber cobrado el billete cuando la vida se asomaba a mirarme
    de haber tirado siempre deudas al cesto sin mirarlas
    y lo que quiero decir es que estoy a fin de cuentas
    terriblemente triste de que no me hayáis perdonado.




    De Lo inmortal y otros poemas (1995-1997):


    EL VIEJO POETA

    Llueve en mi mundo
    Llueve sin prisa sin rencor y sin saña
    El día entero hemos andado juntos
    Esta lluvia que vino a visitarme y yo
    A ratos recorriendo lado a lado
    Puesto a mi paso el son de su música plana
    Los viejos territorios sembrados de la historia
    De nuestra húmeda amistad de siempre
    A ratos en su casa cada uno
    Pero juntos también en nuestro gusto
    Ella en su gran palacio de palidez y vaho
    Yo en mi silencio tras de la vidriera
    Con las manos ociosas pero siempre vivas
    Descansando esta vez en el regazo
    Todo el día cayó la lluvia convencida
    Y era en mi mundo donde así llovía
    Hace toda una vida que empecé a soñarlo
    Como ahora lo vive mi obediencia
    Hace toda una vida que he estado haciendo mío
    Un mundo que por eso me era dado
    Hace toda una vida que hago mía mi vida
    No como algún pequeño dios
    De risibles poderes
    Sino siempre rindiéndome
    Enamorado siempre sin defensa
    De la evidencia de ojos de relámpago
    No enarbolando nunca mi fútil banderola
    Para tapar su desnudez de trueno
    Sino entregado siempre a aquello que se entrega
    Llevo toda una vida recorriendo la vida
    Con todas mis palabras boquiabiertas
    Dispuestas a prestarse calladamente a todo
    Renunciando a ser habla para ser resonancia
    Atentas siempre a no decir lo suyo
    Cada vez que se topan en la puerta con algo
    Que pide la palabra
    Toda la vida llevo aprendiendo un lenguaje
    Vulnerable y sin párpados como una oreja
    Mil lugares así me confiaron su voz
    Y oigo ahora a la vida en todas partes
    Hablarme en mis palabras
    El mundo entero ahora es mío
    Como no lo es de nadie
    Así como tampoco nadie es más de este mundo
    Que el fiel recolector de intactos episodios
    En que se abren los ojos de su cruda presencia
    Todos los sitios donde un día supe
    Tapar la boca a tiempo a mis certezas
    Y dejarme anegar desnudo por la ola
    Siguen mecidos para siempre
    En su viva marea
    Por todas partes voy reconociendo
    Lo que dijo un lugar en un momento
    En todas partes tengo algún amor
    Que supe el secreto
    Y que será por eso para siempre mi cómplice
    Vamos la lluvia y yo por nuestro mundo
    También soy yo una lluvia
    Van lloviendo en la tierra mis miradas
    Que la empapan también y la fecundan
    También yo como ella lluevo sobre mojado
    Chapoteo en los charcos que ya sorbió mi sed
    Cruzo sobre la tierra un vaho mío
    Escurro por caminos que enlodaron mis pasos
    Ahora cuando salgo a errar como la lluvia
    Topo a cada rato con sitios y momentos
    De los que bien conozco la mirada
    Aquí cumplí un solsticio
    Allá le vi los pechos febriles a la noche
    Esta arboleda un día me consoló de todo
    Y otro día fui yo para otro parque
    Consolador testigo de su hondura sin nadie
    Aquel es el lugar donde luché un invierno
    Con la hosca soledad de empantanados ojos
    Y derribé por tierra
    Su gran cuerpo empañado y la seduje
    Y ese otro a aquel
    Donde la Muerte me miró a los ojos
    Y aceptó mi verdad
    En ese otro lugar vencí a la guerra
    Y vi que era legítima la espada que me hería
    Y en uno más la nieve herética
    Fraternizó con mi acosado idioma
    En mis sitios mil veces
    Una verdad errante me tomó la palabra
    Se desposó con ella y le puso su nombre
    Nunca mi boca ha bautizado nada
    Siempre ha sido mi lengua bautizada
    Tampoco digo ahora que esta lluvia es bautismo
    Es el bautismo el que se dice
    Con las mismas palabras que la lluvia
    Me arranca de los labios chorreantes
    Pues son muchos los golfos señalados
    Que en mi memoria llevan como su nombre mismo
    Una enigmática señal de lluvia
    Bajo una lluvia turbia una mañana astrosa
    El oído estaba al sol bajo el silbo del mirlo
    Una lluvia me habló de la alianza
    De las purezas y de los diluvios
    Y otra me hizo entender la palabra «descalzo»
    Y una más me enseñó que el frescor siempre danza
    Y otro día la lluvia me buscó las palabras
    Para decirme el nombre pluvial de los caminos
    Lo que llueve en el mundo en mi memoria llueve
    Mi memoria es ahora el mundo mismo
    Que es mío todo entero y yo solo lo pueblo
    Como toda una tribu y su prolija historia
    Desde el comienzo mi lenguaje dijo
    Hágase tu verdad
    Desde el comienzo renuncié a mi nombre
    Y me he llamado siempre Mundo
    En todas partes busque siempre ser vencido
    No fui lacayo nunca de la odiosa Victoria
    Y su mortífera eficacia
    Sólo fui victorioso indoblegablemente
    Cuando fue necesario resistir
    En espera del centro al que rendirlo todo
    Al fin por todas partes bajo todas las lluvias
    Reconozco los sitios imborrables
    De todas las amadas derrotas de mi idioma
    Eso fue ser poeta
    Desarmarme de lengua
    Derribarle a mi idioma todos sus parapetos
    Y no para reinar en las palabras
    No para liberarlas
    Para firmar como el relapso oculto
    El supremo armisticio con lo que ellas acosan
    Nada terrestre me es ajeno
    He sembrado de huellas todo mi territorio
    Igual que todo hombre que ha vivido
    Pero yo solo al fin las oigo hablar conmigo
    Sólo mi idioma absorto
    No tuvo nunca nada que decirles
    Sólo él fue el escucha
    Y envuelto en mi lenguaje voy envuelto en el mundo
    Tengo por fin toda mi vida afuera
    De lo que el día hacía hice siempre mi historia
    Y ahora en todas partes los sitios me la cuentan
    Todo se acuerda de mi vida
    Todo es tan mío como mi memoria
    Toda una vida me ha llevado
    Cuando hablo todo yo hablar sin mí
    Y tras toda una vida soy ahora
    Aquel para quien llueve cuando llueve en su mundo
    A quien busca la voz en todos los rincones
    Con quien quiere tener el tiempo su aventura
    El que en el aire henchido
    De este día de lluvia compañera
    Respira el nombre entero de su vida
    Con el que el mundo cada día se hace suyo.

    TOMÁS SEGOVIA, Poesía (1943-1997), Fondo de Cultura Económica, 2000.


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    Tomás Segovia (1927-2011) Empty Re: Tomás Segovia (1927-2011)

    Mensaje por Pascual Lopez Sanchez Sáb 27 Mayo 2023, 04:22

    LOS JARDINES DE ALLÁ

    Los jardines allá contra el ocaso
    desnudan ya sus pies entre las sombras.
    Bajo el sol de la tarde
    yo distiendo mis miembros
    como un dulce animal oscurecido.

    Entre las altas hojas,
    la luz de las promesas;
    yo la miro volar;
    tranquilo como un rey.

    Un día seré pobre inexpresablemente,
    haré mi corazón
    de un puñado de tierra desdeñada,
    tendré la frente pura
    y la mirada inacabable:

    volveré, volveré;
    felicidad, vendré por ti.




    Precioso. Gracias, Pedro..


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    Tomás Segovia (1927-2011) Empty Re: Tomás Segovia (1927-2011)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 27 Mayo 2023, 08:18

    De nada, Pascual. Gracias por tu interés.

    Un abrazo.
    Pedro


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