Les dejo una obra de Fuentesaúco, para mi humilde opinión,magnifica, la musica solo es un modo de homenajearlo (¿será un modo de homenajearlo?,habría que preguntarle a Fuentes si esta contento con ello....
LA INMACULADA FLOR
Cierto día, por el campo,
mientras batía mis alas,
explorando nuevas masas
de néctar en los remansos
parajes de brotes blancos,
descubrí, en la lontananza,
unos insectos en danza,
todos ellos pululando
y, por cierto, molestando,
a una flor, que les negaba
tomar su vianda diaria.
Me acerqué a curiosear
aquel extraño suceso
y, noté que, lo confieso,
y no intento alardear,
varios, al verme llegar,
se fueron con viento fresco
pues, quizá, mi esbelto cuerpo,
les privó de la ansiedad
de poder enamorar
a aquel capullo tan lleno
de inmaculada beldad.
“- ¿Ocurre algo, muchachos? ”
Pregunté de sopetón.
“- ¿Quién eres tú? ” Se plantó,
ante mí, un insecto raro,
que más que feo, era abstracto,
por lo sucio y bravucón.
No me arredró aquel bocón,
más bien, sin hacerle caso,
le aparté con una mano,
de manera que, esa acción,
le provocó un costalazo.
Todos los demás se fueron
en busca de otros lugares
donde subsanar su hambre.
Yo no entendía aquel recelo
de la gran tropa de insectos
mas, me encantaba el paraje
de la primorosa tarde.
Miré a la flor con esmero,
la observé con vivo celo,
pero sus hojas sensuales
las mantenía en su encierro.
Cuando me daba la vuelta
para irme, sentí una voz:
“- ¡Hola! ” Oí a mi corazón
inquietarse en su vivienda.
Me giré y… ¡Qué sorpresa!
Aquella intrínseca flor
que, defendiendo su honor,
había dejado cerrada
su pequeña habitación,
abría sus hojas al sol
y después me saludaba.
La miré, ella me miró,
y sin hablar me acerqué,
a su lado me posé
y sentí su corazón
que lloraba por amor,
y por tal motivo fue
el no dejarse querer
por aquel grueso montón
que producían repulsión.
Así me lo hizo saber
y así se lo cuento yo.
“-No te conozco. ¿Quién eres? ”
Me habló con voz susurrante.
“-En realidad, no soy nadie,
pero puedo ser, si quieres,
un amigo o, si prefieres,
tu bendito acompañante
o tu vagabundo errante,
tu defensor sin poderes
y si me lo permitieres…”
“-Prefiero que seas mi amante
y que me ames por siempre. ”
Como insecto y como flor
nos amamos sin descanso
y tuvimos un remanso
de ternura y de pasión.
LA INMACULADA FLOR
Cierto día, por el campo,
mientras batía mis alas,
explorando nuevas masas
de néctar en los remansos
parajes de brotes blancos,
descubrí, en la lontananza,
unos insectos en danza,
todos ellos pululando
y, por cierto, molestando,
a una flor, que les negaba
tomar su vianda diaria.
Me acerqué a curiosear
aquel extraño suceso
y, noté que, lo confieso,
y no intento alardear,
varios, al verme llegar,
se fueron con viento fresco
pues, quizá, mi esbelto cuerpo,
les privó de la ansiedad
de poder enamorar
a aquel capullo tan lleno
de inmaculada beldad.
“- ¿Ocurre algo, muchachos? ”
Pregunté de sopetón.
“- ¿Quién eres tú? ” Se plantó,
ante mí, un insecto raro,
que más que feo, era abstracto,
por lo sucio y bravucón.
No me arredró aquel bocón,
más bien, sin hacerle caso,
le aparté con una mano,
de manera que, esa acción,
le provocó un costalazo.
Todos los demás se fueron
en busca de otros lugares
donde subsanar su hambre.
Yo no entendía aquel recelo
de la gran tropa de insectos
mas, me encantaba el paraje
de la primorosa tarde.
Miré a la flor con esmero,
la observé con vivo celo,
pero sus hojas sensuales
las mantenía en su encierro.
Cuando me daba la vuelta
para irme, sentí una voz:
“- ¡Hola! ” Oí a mi corazón
inquietarse en su vivienda.
Me giré y… ¡Qué sorpresa!
Aquella intrínseca flor
que, defendiendo su honor,
había dejado cerrada
su pequeña habitación,
abría sus hojas al sol
y después me saludaba.
La miré, ella me miró,
y sin hablar me acerqué,
a su lado me posé
y sentí su corazón
que lloraba por amor,
y por tal motivo fue
el no dejarse querer
por aquel grueso montón
que producían repulsión.
Así me lo hizo saber
y así se lo cuento yo.
“-No te conozco. ¿Quién eres? ”
Me habló con voz susurrante.
“-En realidad, no soy nadie,
pero puedo ser, si quieres,
un amigo o, si prefieres,
tu bendito acompañante
o tu vagabundo errante,
tu defensor sin poderes
y si me lo permitieres…”
“-Prefiero que seas mi amante
y que me ames por siempre. ”
Como insecto y como flor
nos amamos sin descanso
y tuvimos un remanso
de ternura y de pasión.
Hoy a las 02:31 por Pascual Lopez Sanchez
» XI. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (VI)
Hoy a las 01:43 por Lluvia Abril
» POESÍA SOCIAL XIX
Hoy a las 01:39 por Lluvia Abril
» CÉSAR VALLEJO (1892-1938)
Hoy a las 01:20 por Pascual Lopez Sanchez
» ELVIO ROMERO (1926-2004)
Hoy a las 01:17 por Lluvia Abril
» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
Ayer a las 20:28 por Maria Lua
» LA POESIA MÍSTICA DEL SUFISMO. LA CONFERENCIA DE LOS PÁJAROS.
Ayer a las 20:15 por Maria Lua
» Rabindranath Tagore (1861-1941)
Ayer a las 20:11 por Maria Lua
» CLARICE LISPECTOR II
Ayer a las 20:09 por Maria Lua
» VINICIUS DE MORAES
Ayer a las 20:06 por Maria Lua